El poeta Gonzalo Rojas está ligado de manera indiscutible a la Universidad de Concepción, tanto de manera vivencial como en cuanto a su obra. Esta última no es solamente -aunque esto no es poco- una obra celebrada y premiada, constituida por libros y plaquettes de poesía, sino que una serie de acciones sistemáticas tendientes a posicionar a la Universidad en un lugar central en el país y en el continente como promotora de diálogo en torno a la poesía, la literatura y las ideas que le fueron contemporáneas. Esta tarea comenzó desde que se incorporó a esta casa de estudios en 1952 con la fundación del Departamento de Español, y desde 1953, con la creación de los talleres literarios, en los que participaron escritores que más tarde se convertirían en intelectuales determinantes en el desarrollo de la cultura nacional. Posteriormente, entre 1958 y 1962, mientras fue Director de Extensión y Comunicaciones, organizó los Encuentros de escritores, así como las Escuelas de Temporada. Con la premisa-eslogan “América es la casa”, Encuentros y Escuelas convirtieron a la Universidad de Concepción en la anfitriona de escritores, artistas y científicos del momento, así como de estudiantes de distintos países que eran becados para formarse en ellas. Con estas acciones, puso en práctica a cabalidad el desarrollo libre del espíritu, misión que había inspirado la fundación de la Universidad. Gonzalo Rojas es, sin duda, la figura vigente más conocida y validada a nivel internacional vinculada a la Universidad de Concepción. Es también, en la historia universitaria, una figura representativa de lo que hoy denominamos vinculación con el medio, tanto por su gestión como por la transversalidad que imprimió a los encuentros y actividades que lideró mientras fue Director de Extensión y Comunicaciones. Por todo esto, es un deber devolverle el lugar de figura señera que le corresponde en la historia institucional.